Bush se contenta con su mano derecha

George W. Bush tendría un incipiente romance con su mano derecha, la secretaria de Estado, Condoleezza Rice.
Su mujer, Laura Bush, habría pedido el divorcio y acusaría a George W Bush de haber retomado viejos hábitos de consumo de alcohol.

Sin embargo, su entorno logró tranquilizarla con una oferta que fue incapaz de rechazar: un total de U$S 20 millones en concepto de "división de bienes", pero con la condición de mantenerse al lado de su marido hasta que finalice su mandato, el 20 de enero de 2009.

El romance que se le adjudica solo ratificaría la acusación de alcoholismo, ya que es imposible que te guste Condoleezza Rice estando sobrio. Algunos republicanos acérrimos sostienen que el romance es sólo una forma de que Bush no tome, dañando su hígado con actividades extramatrimoniales de pésimo gusto.

Otros sostienen que es todo un malentendido. Cuando Laura Bush se quejó de la poca actividad sexual que mantenía con su marido, alguien le dijo que él estaba engañándola con su mano derecha, pero no se refería a la secretaria de Estado, sino al miembro superior derecho de George W Bush.

Hay preocupación de que Laura Bush instale una guerra preventiva en el continente africano, eliminando otras posibles futuras amantes de Bush. La mujer del mandatario se tranquilizó cuando altos jerarcas del gobierno de EEUU le aseguraron que el genocidio africano ya estaba en marcha hace tiempo, por razones aún más espúreas.