domingo, 21 de septiembre de 2008

Un enviado de la hostia


Ayer se supo que la Presidenta designó a Cafiero como embajador argentino ante la Santa Sede para "fortalecer la relación", y ahora la decisión depende del Vaticano. 


Según trascendió, la idea de la Casa Rosada es "cerrar" el capítulo de tensión con el Vaticano que se desencadenó a partir de la negativa de la Santa Sede de aceptar la designación del ex ministro de Justicia Alberto Iribarne por su condición de divorciado.

Voces experimentadas del clero, recomendaron que para ofrecer un gesto de grandeza enviaran a "carne joven" al vaticano, como por ejemplo Felipe Colombo, Fernando Dente, el secretario de Marley o a Benjamín Rojas.  Grassi, por su parte, recomendó a algunos pupilos que son "una mantequilla divina, bocato di cardenale".

Aún se espera la decisión de Ratzinger al respecto, aunque algunos ya auguran que Juan Pablo Cafiero va a ser bien recibido porque al prelado le gusta el pelado. 

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