martes, 15 de abril de 2008

Encadenados

En el 2007, Chiche escribió un artículo que me llamó la atención por su sencillez y contundencia. No sabía el en mayo de ese año que aún casi 1 año después iba a tener tanta vigencia. Lo reproduzco hoy, que se estrenó el bailando 2008.



El triste retorno de la “cadena nacional”
por
Samuel "Chiche" Gelblung



Asociada a los peores momentos de la historia argentina, -anuncios de golpes, muerte de Perón y Evita-, la cadena nacional es un triste recuerdo. Pero como todos los recuerdos, y sobre todo los tristes, este ha vuelto. Y no por un discurso presidencial inaugurando las sesiones del Congreso o cuando asume un nuevo mandatario. La cadena nacional, en este caso, voluntaria y no compulsiva , ha vuelto con más fuerza que nunca: no hay pantalla que no muestre, durante las 24 horas del dia, las escenas de Bailando por un sueño o los movimientos de la casa de Gran Hermano. Hoy casi todos los canales de manera absurda e irracional, calientan la pantalla de dos únicos canales, en este caso el 11 y el 13. Desmotivan a la audiencia para que se sostenga en tal o cual canal o programa. Todos empujan al público al pensamiento único y excluyente de Bailando o de Gran Hermano. Los programadores lo admiten porque, es cierto, hay demanda de más de esos programas. La gente siempre quiere más, dicen. Lo curioso es que, con ese proceder, lo único que logran es hundir a los programas propios que se emiten en los horarios en que las dos locomotoras del momento en la tele están en el aire. Y condenan a sus propios productos a un exilio penoso y agónico, ya que, además, Bailando y GH prácticamente no hacen cortes publicitarios, con lo que el zapping no existe y de ese modo la audiencia queda clavada en los hipnóticos mensajes de los dos programas líderes. No hay peor batalla que la que no se libra. Sería absurdo desconocer los méritos y la atracción de estos dos programas, pero hay gente para todo. Si los otros canales incentivaran y promocionaran sus programas, quizás habría otro comportamiento por parte del publico. Pero si en todos los horarios se calienta la pantalla de los dos canales líderes, es tan doloroso y humillante como cavar uno mismo la tumba en que será depositado cuando la tenga lista. El otro día un conductor arrancó su programa vespertino en un canal, anunciando no lo que pasaría en su programa, sino lo que se vería a la noche en el canal de GH. ¿Cómo se explica esto? Los programadores no reaccionan y asisten al avance, cada vez más pronunciado, de una cadena nacional que no ordenó el autoritarismo de turno, sino la falta de creatividad y de espiritu de lucha de productores que han decidido enterrar la imaginación y la pasión por competir. Que han decidido enterrar la esencia de televisión.





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